Los programas hacen sólo lo que tienen que hacer, sin alterar datos propios o ajenos, u otros programas.
Ante cualquier falla, externa o interna, no se perderán datos previos, las probabilidades de recuperación exitosa serán superiores al 98% y, fundamentalmente, que siempre que el programa informe algún suceso, éste será cierto.
No solo en términos de dinero (desembolsos pequeños en comparación a los beneficios), sino también en el uso de los recursos que realizan los programas.
Esto implica minimizar la utilización de memoria, espacio en disco, tráfico en la red y, principalmente, tiempo requerido por el usuario para utilizar el programa.
Tanto en la utilización del programa, como en la metodología para resolver los problemas.
Por ser de vital importancia que el programa sea simple de utilizar, es que hemos estandarizado todas las interfaces con el usuario (pantallas), de forma que todas las funciones se realizan de la misma manera.